Mi canal de Youtube: Educación GRATIS para +70mil emprendedores

A veces me despierto, reviso las noticias de la última noche y siento una mezcla extraña de vértigo y emoción absoluta. Ha salido un nuevo modelo de lenguaje, una herramienta de No-Code se acaba de actualizar con funciones de agentes autónomos, y OpenAI ha lanzado algo que cambia las reglas del juego… otra vez. Todo esto sucedió mientras dormía.

Este es el día a día de crear contenido sobre Inteligencia Artificial.

Hace un tiempo, cuando encendí la cámara por primera vez, no imaginaba que hoy estaría escribiendo esto para una comunidad de más de 70.000 personas. Setenta mil mentes curiosas, emprendedores y creativos que han decidido confiar en mí como su filtro, su guía y, a veces, su conejillo de indias en este salvaje oeste digital.

El reto de enseñar IA hoy en día no es técnico, es humano. Y quiero contarles por qué.

La Misión: Más allá del «Hype»

Mucha gente llega al canal buscando el «truco mágico», el botón que imprima dinero o la herramienta que haga el trabajo por ellos sin esfuerzo. Pero si me sigues desde hace tiempo, sabes que mi misión es otra.

Mi propósito, y el propósito de este canal, es la democratización del aprendizaje. La IA no es una varita mágica; es una palanca. Mi trabajo es enseñarte a colocar esa palanca en el punto exacto para que puedas mover montañas.

El verdadero desafío de crear contenido en este nicho es resistirse a la superficialidad. Es muy fácil hacer un video sobre «Las 10 herramientas que te harán millonario». Eso vende, eso trae clics. Pero eso no construye nada real. Mi compromiso, y uno de los valores fundamentales de mi marca, es la utilidad real.

El Filtro del Ruido

Crear contenido educativo sobre tecnología hoy en día implica una responsabilidad enorme: la curaduría.

Con la velocidad a la que avanza esto, mi mayor reto no es encontrar qué decir, sino decidir qué no decir. Tengo que probar, romper y validar herramientas constantemente. Por cada video que ven en el canal, hay horas detrás probando flujos de trabajo que fallaron o herramientas que prometían mucho y entregaron poco.

Siento la responsabilidad de proteger el tiempo de la comunidad. Si Didi Rufus lo recomienda, tiene que funcionar. Tiene que aportar valor. Esa confianza es el activo más valioso que tengo, y cuidarla es mi prioridad número uno.

Pasión por el «¡Aja!»

Quizás se pregunten, ¿por qué hacerlo? ¿Por qué correr esta carrera interminable contra los algoritmos y las actualizaciones?

La respuesta es simple: me alimento de sus momentos «¡Aja!».

No hay nada que me llene más de energía que leer un comentario que dice: «Didi, gracias a este flujo automaticé la facturación de mi agencia y recuperé 5 horas de mi semana» o «Por fin entendí cómo usar la API de ChatGPT para mi proyecto».

Esa es la gasolina. La pasión detrás de este oficio nace de ver cómo personas comunes, sin necesidad de ser programadores expertos ni ingenieros de la NASA, se convierten en constructores. Ver cómo pasan de ser consumidores pasivos de tecnología a arquitectos de sus propias soluciones.

Valores que no se negocian

En este camino a los 70.000 (y los que vienen), he tenido que aferrarme a ciertos valores para no perder el norte:

  1. Transparencia: Si algo es patrocinado, se dice. Si una herramienta es difícil de usar, se advierte. Si me equivoqué en un video anterior, se corrige.
  2. Mentalidad de Aprendiz: Yo no soy el gurú que todo lo sabe desde una torre de marfil. Soy un explorador que va unos pasos más adelante en el sendero, apartando las ramas con un machete para que ustedes pasen más fácil. Aprendemos juntos.
  3. Acción sobre Teoría: Menos diapositivas, más compartir pantalla. La IA se aprende haciendo, rompiendo y arreglando.

El Futuro es de los Curiosos

Mirando hacia adelante, el reto se hará más grande. La IA se volverá invisible, se integrará en todo y dejará de ser una «novedad» para ser el estándar. Y ahí es donde el canal tendrá su mayor prueba: evolucionar con ustedes.

Ya no se tratará solo de la herramienta, sino de la estrategia. De cómo pensamos, cómo resolvemos problemas y cómo mantenemos nuestra humanidad y creatividad en el centro, usando a las máquinas para potenciar lo que nos hace únicos.

Gracias a los 70.000 que están aquí. Gracias por comentar, por compartir y por construir. Esto apenas empieza, y créanme, lo mejor está por venir.

Sigamos automatizando el mundo aburrido para tener tiempo de crear el mundo divertido.

¡Nos vemos en el próximo video!

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